Las certificaciones de calidad son emitidas por entidades certificadoras, las cuales son las encargadas de determinar si una organización es o no competente para certificar a otras.
Cuando una empresa quiere certificar un producto o servicio, debe contratar a una entidad certificadora, que se encargará de definir el alcance del proceso, efectuar los ensayos, el muestreo y las evaluaciones pertinentes, y emitirá la certificación sólo cuando la empresa cumpla con todos los requisitos establecidos en la norma.
Pero el proceso de certificación no finaliza con la emisión del documento, ya que, de forma periódica, la empresa certificadora efectúa diferentes controles y auditorías (o evaluaciones) de seguimiento, a fin de comprobar que se siguen cumpliendo los requisitos de calidad que la norma establece, y la certificación se debe renovar en función del plazo de validez del certificado, anualmente o cada pocos años.
A continuación un ejemplo de un modelo de certificado de calidad:
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